Fecha 2024-08-27 15:10:38
Autor Emprender
En la última década, se ha presenciado un notable crecimiento en la "amplitud" de los servicios financieros, es decir, en la cantidad de personas con acceso a cuentas, impulsado principalmente por la proliferación de monederos electrónicos y la digitalización de los sistemas G2P.
"G2P" se refiere a "Government to Person". Estos sistemas están diseñados para facilitar la interacción entre el gobierno y los ciudadanos, proporcionando servicios y beneficios directos a las personas. Por ejemplo, los sistemas G2P pueden incluir la distribución de subsidios, pagos de pensiones, asistencia social, y otros tipos de ayuda financiera o servicios gubernamentales que se entregan directamente a los ciudadanos.
Según la base de datos Global Findex (2021), alrededor del 76% de la población mundial tiene acceso a una cuenta financiera. Sin embargo, el progreso en la "profundidad" de los servicios financieros, es decir, garantizar una gama más amplia de servicios pertinentes para todos, ha sido más limitado a nivel global, con solo el 31% de los adultos informando haber ahorrado formalmente y el 29% haber solicitado préstamos formalmente. A pesar de estos avances, queda mucho por hacer.
Para el Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre (CGAP) se ha destacado el potencial de los datos no solo para ampliar la oferta, sino también para aumentar la profundidad y la utilidad práctica de los servicios financieros para las personas de bajos ingresos. Ven el desarrollo continuo de los ecosistemas financieros abiertos, y en el futuro, la apertura de datos que incluyan fuentes no financieras, como un catalizador verdaderamente transformador que liberará el poder de los datos para promover la inclusión financiera.
Los rastros de datos de las personas han crecido exponencialmente y seguirán creciendo. La investigación del CGAP sugiere que, a pesar de las diferencias de ingresos y género, más personas de bajos ingresos (incluidas las mujeres) están generando rastros de datos digitales que nunca antes. Calculan que aproximadamente dos mil millones de personas de bajos ingresos (que ganan menos de 5,50 dólares por día) en los mercados de ingresos bajos y medios están actualmente incluidas digitalmente y, como resultado, están generando un rastro de datos digitales.
En Colombia, el crecimiento en la "amplitud" de los servicios financieros ha sido notable en la última década, reflejando tendencias similares a las observadas globalmente. La proliferación de monederos electrónicos y la digitalización de los sistemas G2P (Government to Person) han permitido que un mayor número de colombianos acceda a servicios financieros.
La implementación de pagos digitales directos para subsidios, pensiones y asistencia social ha facilitado la inclusión financiera de segmentos de la población que antes estaban excluidos. De acuerdo con datos de la Superintendencia Financiera de Colombia, el número de cuentas bancarias y servicios financieros accesibles ha aumentado, beneficiando especialmente a las poblaciones más vulnerables y de bajos ingresos.
No obstante, a pesar de estos avances en la amplitud del acceso financiero, la "profundidad" de los servicios financieros en Colombia aún enfrenta desafíos significativos. Aunque el acceso a cuentas ha mejorado, el uso de estos servicios para ahorrar formalmente o solicitar préstamos sigue siendo limitado. En el país, la falta de acceso a productos financieros adecuados y la baja educación financiera contribuyen a estas limitaciones.
Los rastros de datos digitales generados por un creciente número de ciudadanos de bajos ingresos están ampliando las oportunidades para el desarrollo de servicios financieros más inclusivos. El aumento en la propiedad de teléfonos inteligentes y la expansión de la conectividad digital están impulsando la generación de datos que podrían ser utilizados para diseñar servicios financieros más adaptados a las necesidades de estos grupos.
Según el DANE, más del 60% de los colombianos tienen acceso a Internet, y una proporción significativa de estos usuarios proviene de sectores de bajos ingresos. Esto indica que un número creciente de colombianos de bajos ingresos y mujeres están contribuyendo al aumento de datos digitales, reflejando la tendencia global observada por el CGAP.
En conclusión, mientras que el acceso a servicios financieros ha mejorado en Colombia, se requiere un enfoque continuo para avanzar en la profundidad de estos servicios. Aprovechar estos datos y seguir promoviendo la digitalización serán clave para cerrar las brechas existentes y asegurar una mayor equidad en el acceso a los servicios financieros en el país.